Capítulo 14
Melquisedec tuvo conocimiento de la Gran liberación debido a las revelaciones que le fueron manifestadas por el ángel del Señor. Abraham, Sara, Isaac, Lot y sus dos hijas, así como los pastores y fieles, son recibidos con júbilo en Salem, para celebrar La Fiesta de Sukot. Abraham entrega el rollo a Melquisedec, y éste lo cose uniéndolo al suyo. Después de leer parte del rollo de Abraham, Melquisedec bendice al pequeño Isaac y profetiza concerniente al futuro del rollo.
1 A través de las revelaciones recibidas del ángel, Melquisedec tomó conocimiento de la gran liberación alcanzada diez días antes de su coronación, en Rosh Hashaná, cuando delante de trescientos pastores con sus vasos encendidos, ejércitos de cinco reyes habían caído, saliendo libres los cautivos.
2 Conociendo nuestra intención de subir a Salem por la ocasión de Sukot, el rey hizo preparativos para una gran fiesta, en la cual conmemoraríamos juntos la victoria sobre toda la desarmonía generada por el orgullo y por el egoísmo.
3 Fue por esto que al llegar nosotros a Salem, fuimos sorprendidos con toda aquella honorífica recepción.
4 El ocuparme con el relato de todos esos acontecimientos, me hizo pasar por todo este séptimo año, casi sin notar sus días, que pasaron veloces. Estamos hoy a las puertas de un nuevo Rosh Hashaná, cuando los 300 pastores tocarán los cuernos, convocando a todos aquellos que posean las perlas, para la reunión solemne de Yom Kipur. Cinco días después seremos recibidos en Salem para la fiesta de Sukot.
5 La certeza de que acontecimientos importantes todavía deberán ser relatados hasta el momento en que el vaso será dejado en la cueva, me hace reservar un espacio en el rollo, en el cual registraré, día tras día, los hechos, hasta la consumación de esta historia.
6 Hoy es Rosh Hashaná, el día más feliz de mi vida, pues mis brazos podrán abrazar finalmente al hijo de la promesa. La primera cosa que Sara hizo al recibirlo, fue colocarle en su manita derecha la segunda perla que el Mesías le había dado en el día de su conversión, en la cual estaba escrito el nombre Isaac que significa "risa", el nombre de Melquisedec y el nombre de Salem.
7 Dos días antes del Yom Kipur, Isaac fue circuncidado, conforme a la orden de Yahwéh.
8 Desde que los pastores comenzaron a tocar sus cuernos en Rosh Hashaná, todos aquellos que poseían perlas del vaso, dejaron sus tiendas, dirigiendose en grupos pequeños, para estar junto al Roble de Mambré.
9 Al llegar el Yom Kipur, el día de la reunión solemne, mis pastores me informaron que todos aquellos que habían recibido perlas, habían comparecido a la reunión, no faltando ninguna persona. Era maravilloso ver la alegría estampada en el semblante de toda aquella multitud, que anhelaban la subida a Salem. Todos tenían una historia que contar, de cómo fueron mal comprendidos y humillados por aquellos que no recibieron la salvación representada por las perlas. El único consuelo que tenían en aquel tiempo, provenía de la certeza de que subirían a Salem para la fiesta de Sukot.
10 En el primer día de la fiesta de Sukot, la multitud fue subdividida en grupos pequeños de doce personas, para subirnos en orden hasta Salem.
11 Teniendo el vaso con el rollo en mi espalda, me coloqué al frente de la multitud, siendo seguido por Sara e Isaac, que venían montados en un camello; Luego detrás venían Lót y sus hijas; y un poco mas atrás, los trescientos pastores seguidos por todos los fieles.
12 Iniciábamos nuestro ascenso cuando, acompañado por todos sus súbditos, apareció Melquisedec viniendo a nuestro encuentro, haciendo vibrar por los aires el sonido festivo de muchos instrumentos musicales, conmemorando la gran victoria.
13 Después de saludarnos, el hijo de Adonías nos condujo en una marcha festiva hasta introducirnos a las puertas de Salem, que se encontraba ahora más bonita que antes.
14 Delante del trono, todos los redimidos fueron coronados por Melquisedec, comenzando en seguida el gran banquete.
15 Grande fue la alegría del rey de Salem cuando le entregué el vaso con mi manuscrito. Llevándome a una sala especial del palacio, él me mostró los seis manuscritos en los cuales había registrado la historia del Universo, según como le había sido mostrada en su sueño.
16 Al recibir mi manuscrito, él lo cosió a los demás, llegando a ser el primero del gran rollo.
17 En el último día de la fiesta de Sukot, el rollo fue abierto delante de toda la multitud de fieles. Después de leer una buena parte de mi manuscrito, el hijo de Adonías, tomando en sus brazos al pequeño Isaac, afirmó:
18 —En la descendencia de éste niño habrá de cumplirse todas las cosas escritas en este manuscrito. —
19 Habiendo dicho esto, el rey lo bendijo, devolviéndoselo a Sara.
20 Después de bendecir a Isaac, Melquisedec comenzó a hablar sobre el futuro del rollo que permanecería por casi cuatro milenios oculto en una cueva, siendo finalmente encontrado por un beduino de la tribu de Taamireh. Al salir de su cueva, el rollo enfrentaría la oposición de muchos eruditos que lo declararían apócrifo. Vendría, sin embargo, el momento, en que sus revelaciones serían confirmadas, y muchos serían transformados por sus mensajes, preparándose para el día del juicio final.